sábado

Justo hoy, que me da un ataque de persona antisocial que se vuelve social (mentira, pero es que ya pasó un mes desde que vi a cualquiera de mis amigos y ya me toca) nadie me contesta el teléfono. Ayer salí porque soy una excelente hermana mayor y acompañé a mi hermanita menor en su primera salida llena de alcohol, drogas y sexo. Bueno no, pero algo así. Lo bueno de mis noches es que terminé, como siempre, en una estación de servicio esta vez comiendo Bananitas Dolca y oreos. Yo bajoneo, tu bajoneas, el bajonea y nosotros engordamos treinta kilos en un verano.
Mister chango volvió de sus vacaciones (digo volvió, pero sigue estando a mil quinientos kilómetros de distancia) y ayer entre otras cosas me sacudió con una secuencia de gomadas mezcladas con bardeadas y todas esas cosas con las que nos gusta histeriquear a nosotros. Igual como siempre, el no me da bola y yo desaparezco de cualquier red social por tres días. Los suficientes para que se de cuenta de que me extraña y me llame o me tire algún I want you, i want you so baaaad

3 comentarios:

Eli dijo...

¿Por qué siempre esperamos que cuando vuelven de las vacaciones nos avisen que viven con señales de humo dulzón? (¿Y por qué automáticamente nos pega el raye de borrarnos a ver si se dan cuenta?)
No loco, así no.

Ge dijo...

Yo también soy anti, creo. Y creo que me cuesta reconocerlo porque no quiero serlo. Admiro que lo digas así, tan fresca.
¡Me gusta tu blog! Voy a pasar seguido.

Nicole dijo...

No tengo la capacidad de ser goma SO envidio tu capacidad de ser goma. Che quiero desayunar con vos y que me tires el tarot oh yeah. Seguís con tu anorexia o qué onda? Por que si comiste bananita dolca y oreos creo que estás bien encaminada. Te faltó nombrar tu obsesión por los jugos tales como Cepita.