Justo hoy, que me da un ataque de persona antisocial que se vuelve social (mentira, pero es que ya pasó un mes desde que vi a cualquiera de mis amigos y ya me toca) nadie me contesta el teléfono. Ayer salí porque soy una excelente hermana mayor y acompañé a mi hermanita menor en su primera salida llena de alcohol, drogas y sexo. Bueno no, pero algo así. Lo bueno de mis noches es que terminé, como siempre, en una estación de servicio esta vez comiendo Bananitas Dolca y oreos. Yo bajoneo, tu bajoneas, el bajonea y nosotros engordamos treinta kilos en un verano.
Mister chango volvió de sus vacaciones (digo volvió, pero sigue estando a mil quinientos kilómetros de distancia) y ayer entre otras cosas me sacudió con una secuencia de gomadas mezcladas con bardeadas y todas esas cosas con las que nos gusta histeriquear a nosotros. Igual como siempre, el no me da bola y yo desaparezco de cualquier red social por tres días. Los suficientes para que se de cuenta de que me extraña y me llame o me tire algún
I want you, i want you so baaaad
3 comentarios:
¿Por qué siempre esperamos que cuando vuelven de las vacaciones nos avisen que viven con señales de humo dulzón? (¿Y por qué automáticamente nos pega el raye de borrarnos a ver si se dan cuenta?)
No loco, así no.
Yo también soy anti, creo. Y creo que me cuesta reconocerlo porque no quiero serlo. Admiro que lo digas así, tan fresca.
¡Me gusta tu blog! Voy a pasar seguido.
No tengo la capacidad de ser goma SO envidio tu capacidad de ser goma. Che quiero desayunar con vos y que me tires el tarot oh yeah. Seguís con tu anorexia o qué onda? Por que si comiste bananita dolca y oreos creo que estás bien encaminada. Te faltó nombrar tu obsesión por los jugos tales como Cepita.
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