baibaibon

Girl, you´ll be a woman soon me cantan los parlantes y me cago en el día en que los óvulos descendieron de su lugar original. Me cago en ser mujer. No me refiero a dejar de ser una niña y hacerme mujer, me refiero literalmente a portar senos, tener que depilarme y comprar tampones todos los meses. Me cago en el cromosoma y, x y la puta madre que los parió a todos.

Todavía me acuerdo, cuando antes de tener que tomar hormonas, antes de que apareciera la primera computadora en mi habitación, cuando dormía con mi oso teddy y mi muñeca pepona que no recuerdo como se llamaba (cachacha, seguro esa era cachacha) soñaba con tener hijos, con ser una de esas mujeres que esperan a sus maridos (porque obviamente que me iba a casar jóven, muy jóven) con la cena servida en platos de colores y con La oreja de van gogh de fondo, porque ese era mi prototipo de música moderna en esa época.

Ahora simplemente me cago en las relaciones de todo tipo. Y no lo digo por mi, porque obviamente tenía que salir mi lado de resentida social y buscarme al único fucking pibe que me banca a mil quinientos kilómetros pero esto, como sabrán, me re cabe así que no voy a hurgar en ese tema particular. Si no en lo egoísta de las relaciones en general. En ver quien da más. En hacer las típicas escenas de minas pelotudas que por suerte, yo no me esfuerzo en protagonizar, solo para que el otro especímen se acuerde que las quiere, que son las más lindas del mundo y no se cuantas mierdas más. Lo mío parece más una película de Gus Vant Sant que un noviazgo así que vuelvo a explicar, yo no me considero ese tipo de minas.

Chicas, más Virginia Woolf y menos Arjona por favor.