Ya sé que en mi afán por idealizar absolutamente todo termino llorando desilusionadamente por todo lo que no fue. Y cuando digo todo lo que no fue, aparte de parecer algún fragmento de una peli mala de Julia Roberts, me refiero a todas las cenas mexicanas, a todo el alcohol y a todas las tardes tirados en la cama hasta las 6 de la tarde que obviamente, no fueron. No sé, estoy en medio de un montón de ideas que no se ordenan y me torturan cada vez que pongo Galaxie 500 e intento dormir la siesta. Ni siesta puedo dormir, y eso era lo que más amaba en el mundo después de mi gata, lo juro.
El tema de las desilusiones y de idealizar absolutamente todo, es que llega mayo y te encontrás en una habitación que no es la tuya, leyendo apuntes que no son los tuyos, tomando café con leche en una taza que no es la tuya y preguntándote como llegaste a lo que más querías en la vida sintiéndote tan mal y tan culpable por todo. Si, culpable. Soy una pelotuda y me siento culpable cada dos palabras y un paquete de cereales. Culpable por todo, por todo lo que pasó, por todo lo que está pasando y por todo lo que va a pasar si no le pongo media pila a mi vida. No, no estoy deprimida ni ninguna de esas pelotudeces adolescentes que solían caracterizar mi existencia cinco meses atrás. Estoy angustiada. Pero angustiada bien, lloro sólo cuando veo a mis perros y hablo con mi mamá. El tema va a ser cuando dentro de tres horas, la angustia se transforme en bajón pre menstrual y me encuentre tirada escuchando Cat Power con roomie del otro lado de la puerta preguntándome si estoy bien.
2 comentarios:
Es que me das ganas de ir a abrazarte y emborracharnos con mis mojitos mientras cantamos The Smiths a grito pelado.
No me podés dejar con esta intriga, conectate a Skype!
es muy duro el cambio, sumado a todas las expectativas que no son. fuerzas!yo no pude, sólo soporté tres meses y me volví, y no me arrepiento, pero si tenés una meta, seguí. Citando a mi amigo bigote, "el que tiene un por qué puede soportar cualquier cómo"
Publicar un comentario