viernes
Ayer fue el regreso de los muertos vivos, de esos que te llaman el día de tu cumpleaños para ver que onda todo. O en estos días paso y te llevo un regalito (!!!!!!) que demuestre que estoy arrepentido por haber sido un such a hijo de puta pero no lo digo. O soy una yegua arpía con tu misma sangre y tengo un regalo para vos. Hola, si, yo también tengo uno para ustedes: Métanse su limpieza de conciencia en el recto. En vez de haber pedido las mismas irrelevancias que nunca se cumplen, en mis tres deseos tendrían que haber estado la muerte automática de ciertos individuos. O capacidad emocional para soportar todas estas llamadas a las 3 de la tarde. O un trabajo mejor pago. Una vez Clau nos hizo pedir un deseo y anotarlo en una caja de madera pintada a mano que le compró a un hippie; a los dos meses no aguantó, la abrió y me cagó a pedos porque mi deseo era irme a la mierda. Yo tenía 15 años. Quien hubiera dicho que cuatro años después me iba a encontrar encerrada en un cubículo en el baño del trabajo llorando mientras separaba las gomitas mogul por colores y me comía solo las rojas. Como le acabo de decir a matu, la dignidad la perdí al tercer drogadícto y a la segunda canción de Talking Heads