domingo
Después de casi 12 horas en la cama, escuché unos gritos afuera y me levanté para ver que pasaba. Subí la persiana y me percaté del domingo porque afuera no había nadie, sentí el olor a adolescente púber de 15 años que emana mi habitación y abrí la ventana. Entró mucho frío y no supe si ponerme feliz porque finalmente haga frío o muy triste por ser domingo, estar hace doce horas metida adentro de mi cama, con mi habitación literalmente dada vuelta y sabiendo que mañana voy a tener que afrontar la realidad de un lunes como si nada. Me levanté a tomar el primer café con leche del día y me miré en el espejo que está en la pared del living: sigo teniendo los labios pintados de rosa, unas ojeras crípticas y el tatuaje de mentira que en un momento de no lucidez decidí hacerme en el brazo derecho. Cuando miro al rededor, veo que hay cds tirados en el piso, hay dos botellas de coca cola vacías arriba de la mesa y dos ceniceros llenos que roomate no se molestó en limpiar. Siento que otra vez se desmorona todo al rededor y me frustra. Me frustro por nada. A veces le doy la razón a flecu cuando se ríe y dice que mi vida es una sitcom, detesto un poco que las cosas no se me den normalmente o que siempre haya alguna escena la cual no busqué que termina haciéndome mierda: No sé si va tanto por esa relación casi enfermiza que mantengo con ciertas personas, si es por la gente a la que le rogás que desaparezca y cada un mes decide penetrarte la existencia y romperte las pelotas por teléfono a las cuatro y media de la mañana bajo el efecto de alguna droga moderna, ni esos otros especímenes que no pueden aceptar un no quiero verte más como respuesta y también logran sacarte del eje mental en el que estás hace más de 30 segundos. Mi único balance hasta ahora es que me cansé de remarla, me cansé de ser yo la que se mantiene en ese eje estúpido y absurdo y decide ignorar las cosas o ser parte de situaciones de mierda para no joder a otras personas. Me cansé de todo y todos, chúpenme un ovario.
Mirá, mirá
Cris Morena esto es para vos,
Domingo te la re comés,
Flequi