miércoles

Jujú llegó el domingo para ayudarme a envalijar mi vida y desde entonces le encuentra explicaciones totalmente minitas a todo esto que me pasó los últimos diecisiete días de mi existencia. También en "los virginianos me dominan" me obligó a meter en cajas mi vida cuando mi inconsciente (consciente también) pretendía hacerlo a último momento para no darme cuenta, realmente, que me estoy yendo a la mierda y que en ese viaje no está incluida ni mi vieja ni la perra. Tengo ganas de llorar hace tres días pero pretendo ser una chica madura, no voy a llorar hasta subirme al colectivo a Buenos Aires.

3 comentarios:

Nicole dijo...

Voy a estar igual cuando me toque a mi pero después, cuando te vea con la taza de té y tus dulces del barrio chino, me voy a alegrar.

Anónimo dijo...

Los cambios pueden ser duros.
En cuanto a la madurez, opino que no sirve o por lo menos es algo sobrevaluado.

Cat dijo...

a todas en algun momento, nos supera el momento minita de la vida, después de un tiempito pasa, todo pasa. pensar en positivo, coger con facultativos es una de las mejores cosas que pasan en bs as ;)