viernes
Me puse a leer lo que se escribieron dos que se querían hace un tiempo. Y a mi nadie me va a escribir algo así, porque no soy la clase de chica a la que le escribís algo lindo. Soy la chica a la que llamás a las tres de la mañana, cuando estás ebrio y solo querés dormir con alguien. Soy la chica a la que no le permitís que te diga cosas en el oído, soy la de paso, la chica de transición hasta que encuentres al amor de tu vida. No soy la chica a la que le presentás a tus viejos. Soy la que toma muchos cafés y le duele el estómago y no tiene a nadie a quien llamar, entonce se refugia en un montón de recuerdos viejos. Soy eso, recuerdos viejos. Recuerdos viejos que tampoco vas a recordar mañana, porque vas a estar ocupado enamorándote de otra y yo me voy a quedar acá, esperando la llamada del próximo a las tres de la mañana. Con las uñas recién pintadas y tomando un té de manzanilla.
Mirá, mirá
18,
Buenos Aires,
Dejá de tomar café y no poder dormir pelotuda