lunes

Me gusta caminar por Caballito los sábados a las dos de la madrugada porque hay olor a flores por todos lados. Hace dos días que estoy adentro de la cama con 50 grados de fiebre, delirando y  justo al portero de mi edificio se le ocurrió cortar el agua solo en mi departamento. Karma no sé que te hice pero sos un reverendo hijo de puta. Hace treinta horas que no ingiero ningún tipo de alimento y roomate tuvo la gentileza de equivocarse y en vez de ibuprofenos comprarme Paracetamol. 12 horas antes, me convertí en esas personas que hacen desayunos y que comen cosas con albahaca. El jueves volvía del trabajo y en el subte, se me sentó enfrente un señor igual a Pedro. Era el año 2005, todavía vivíamos en España y mi hermana se acababa de quemar el gemelo con el caño de escape de una moto tamaño miniatura. Pedro era mi profesor de Lengua y Literatura en 1º año y me enseñaba gentilicios. Se vestía siempre con jeans, campera de jean y botitas de gamuza. Yo lo quería mucho a Pedro porque me hablaba de las obras de Alejandro Casona y de las poesías de Lope de Vega, aunque terminé odiándolo un poco después del tercer "de Valencia es.... Valenciano. Si nació en Portugal es.... Portugués". Creo que mi hermana todavía tiene la cicatriz de la quemadura en el gemelo.