viernes
A veces entro en razón y quiero pegarme en la cabeza por intentar buscar la estabilidad económica a los 19 años. A veces, también, me hago un Campari a las dos de la mañana y decido que nada es tan terrible, por eso pinto caras en un papel. Hace una semana que juego un pin pon conmigo misma usando a mi dignidad como pelota y voy perdiendo, ya ni me acuerdo que es lo que quería en un principio pero realmente sé que no es lo que tenía hace un año, aunque a veces, en el lapso en el que pierdo toda esa dignidad que perdí hace tres minutos, extraño a todos mis fantasmas y fantaseo con invitarlos a tomar el té. Creo que crecí de golpe y en cualquier momento me mando todas las cagadas juntas,como para compensar. Y ahora, un día caótico después, me doy cuenta que no es colgadez, es ignorancia. Y yo soy mucho mejor que eso. Soy mucho mejor que todo, y tal vez no seré la mina más linda o la que te coge mejor pero si soy mucho más que eso. Soy mucho más que todo eso junto. Y me merezco algo mejor que todas estas irrelevancias juntas.