domingo

Hace tres horas que estoy sentada intentando escribir algo pero no me sale. Hace un té con limón y tres cigarrillos me juré que me iba a dormir pero tengo un nuevo amigo adicto a las drogas en otra pestaña que me habla de cosas de amigo adicto a las drogas. Y estoy tomando un té con limón con cincuenta grados como si no hubiera aprendido nada en los últimos tres años de mi vida viviendo en esta ciudad del infierno. Después de varias charlas con julia, mi terapeuta que se limita a mirarme y no emitir ningún comentario de ningún tipo, en las que yo hablo y ella me mira llegué a la conclusión de que estoy en una especie de zona de confort protagonizada por adictos a. Y cuando encuentro a alguien que sale de este parámetro no sé qué hacer. No sé lidiar sentimentalmente con chicos que no aspiren cosas arriba de sus guitarras de mierda usadas para crear música de mierda y subirla a su bandcamp de mierda, Entonces me hundo en esta especie de depresión que estoy viviendo un sábado de enero a las cuatro de la mañana mientas tomo té con limón y fumo estos cigarrillos horribles. Después de 21 años he llegado a la conclusión de que un pibe con barba y aires de rockero frustrado te diga que sos linda, te haga un café a la mañana o te invite a ver cine pretencioso a algún antro pretencioso de microcentro no quiere decir que te ame. ¿Ves? sigue siendo mucho más fácil lidiar con drogadictos. Por lo menos sabes que esperar.