viernes

Hoy tuve una sesión de terapia encerrada en el baño pues es el único lugar de mi burguesa casa que tiene puertas y el gato se las arregló para entrar y darme besos y abrazos mientras mi psicólogo comparaba mis dramas con una escena de Jesucristo Superstar.

¿Jeff Buckley siempre fue tan deprimente? Es algo que le preguntaría a mi pibe o a matu pero no quiero ser como esas personas densas que se sienten solas en cuarentena y torturan a todo el mundo con videollamadas y chats, que igual lo soy.

Esta semana me indigné por un montón de cosas como que las remeras blancas no me duran más de un lavado y porque la temporada nueva de Gilmore Girls es espantosa. También me indigné cuando una prensa llamada SHIRLEY me rechazó una nota con el ser más irrelevante del planeta.

Después mi vecino hizo un asado con cinco personas en la terraza, lo puteé y le pregunté si se había golpeado la cabeza cuando era bebé,  después llamé a la policía y me fui a dormir con un ataque de pánico.

Escribo esto a diez minutos de haberme ahogado con un pedazo de croissant cuando estaba sola en casa cubriendo el discurso del presidente. Después le escribí a flequi y le pedí que haga una canción sobre lo patética que soy y que la titule "si el coronavirus o tres trabajos no te matan, te mata la panadería francesa".